Cuando pensamos en sistemas de protección automotriz es probable que pocas veces se nos vengan a la mente camionetas, sobre todo si nos ubicamos en el mercado civil (conformado por ciudadanos con trabajos cotidianos, que no son figuras públicas o políticos). Generalmente asociamos el uso de este tipo de vehículos a mujeres que son madres o a trabajadores del campo, roles en los que no necesariamente consideramos se tenga la necesidad de utilizar camionetas blindadas.
Sin embargo, las estadísticas no mienten. En 2013 el porcentaje de automóviles con un blindaje nivel III era del 43%, pero el año pasado esta cifra incrementó hasta llegar a 76%. Cada vez hay más gente que necesita blindaje automotriz, porque las condiciones de seguridad pública no han mejorado, lo que es más lamentable, se recrudecieron.
El Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública hizo notar su preocupación al mostrar que seis ciudades de nuestro país se encuentran en el ranking de las poblaciones más peligrosas del mundo: Tijuana, Ciudad Juárez, Uruapan, Irapuato, Ciudad Obregón y Acapulco. Esta lista muestra que el incremento de la violencia no es asunto de una sola región, sino que se encuentra dispersa en el territorio. Aunque no aparece en esta lista, la Ciudad de México al ser el centro de las actividades políticas y económicas, también se encuentra vulnerable frente al avance del crimen organizado.
Viendo este panorama, no es de extrañarse que una de las consecuencias de esta crisis de seguridad se haya traducido en un aumento en la demanda de blindaje de tercer nivel. Este servicio ha sido solicitado con mayor frecuencia por microempresarios, profesionistas y comerciantes que desean cuidar su integridad física, la de su familia y también el patrimonio que tantos años les ha costado construir.
A la necesidad de usar camionetas blindadas se le suma una estrategia fundamental: no llamar la atención. Esto ha hecho que en lugar de comprar autos de lujo o de muy alta gama, algunos consumidores prefieran modelos más discretos que puedan ser adaptados con blindaje para vidrios, llantas y carrocería en general. Por eso resulta vital que los materiales aplicados no hagan más pesado el automóvil y no interfieran en la configuración original del diseño, todo con la intención de no dejar espacio de ataque a los criminales.
Otro dato importante de la estadística, que confirma el flujo constante del mercado del blindaje, es el número de automóviles que se adaptan con blindaje automotriz: alrededor de 3,600 coches al año. La fluctuación también es un factor importante, hubo un despunte considerable en 2012 que se mantuvo en un ritmo relativamente estable hasta 2018, año en el que rompió su propio récord.
Saber los números del mercado nos permite analizar las necesidades de nuestros clientes y también conocer bien el terreno por el cual se tienen que mover. Gracias a ello generamos un plan estratégico y puntual para el desarrollo de camionetas blindadas. En MasterSafe tenemos muy presente que las condiciones actuales de la vida social han llevado a que el blindaje se vuelva una necesidad prioritaria, por eso hacemos de tu seguridad, y la de tus seres queridos, nuestro mayor compromiso.