Nuestra cotidianeidad se interrumpió abruptamente con la reciente cuarentena. Las calles semivacías, el temor en la mirada de los que andan a pie, y la tensa calma que se respira en todos los espacios, nos ha trastocado en algo que siempre habíamos dado por hecho: la libertad de movilidad.
Después de este paro obligatorio veremos cambios importantes al momento de volver a lo que estábamos acostumbrados, sin embargo, el futuro a mediano plazo no es lo más preocupante. Nuestro futuro más inmediato es el que presenta retos importantes y nos obligará a repensar todas nuestras estrategias de seguridad, incluido el blindaje de vehículos.
El costo social y económico del coronavirus
El comercio es una de las áreas, después de la salud, que se ha visto más afectada por la actual pandemia pues ha detenido, casi en su totalidad, las actividades económicas; obligando a micro, medianos y grandes empresarios a recortar su planta laboral. Tan sólo en Estados Unidos el número de desempleados subió brutalmente, en tan sólo 3 semanas, a ¡6 millones de personas! En México ni siquiera podemos comenzar a intuir la cifra de desempleo que arrojará esta pandemia.
Lamentablemente una consecuencia del aumento del desempleo es la inseguridad y la actividad delictiva. Y todos somos vulnerables a esta terrible situación: desde el peatón que trae algo de valor en su cartera hasta quien viaja tranquilamente en su automóvil. Desgraciadamente, los actos de rapiña pueden aumentar durante crisis económicas de escala mundial, dejándonos atrapados en una cadena de sucesos que difícilmente podemos detener o revertir.
Los que conformamos la llamada clase media alta o clase alta, en términos socioeconómicos, debemos estar conscientes que, en futuros meses, podríamos ser blanco de atentados. Lo importante es no paralizarnos y actuar con precaución, preparándonos anticipadamente para enfrentar cualquier riesgo colateral causado por la crisis sanitaria que afecta nuestros días.
Entonces… ¿podemos tomar acciones preventivas?
La respuesta es totalmente afirmativa. Desde ahora tenemos que buscar y elegir las mejores opciones que aumenten nuestra protección y atravesar la actual crisis un poco más tranquilos.
Una de las medidas primordiales es el blindaje automotriz, ya que nos mantendrá seguros tanto en el tránsito cotidiano como en posibles actos violentos que surgen durante momentos críticos, por ejemplo, el saqueo de una plaza. En el caso de protección para robos, el blindaje NIJ-IIIA de MasterSafe es garantía para resistir ataques con las armas de fuego más utilizadas en actos delictivos
En MasterSafe entendemos la importancia de la seguridad en tiempos tan difíciles como los actuales; por eso, nos encontramos trabajando al doble para seguir protegiendo a nuestros clientes, a quienes valoramos profundamente por ser parte de nuestra familia comercial.
¡Juntos estaremos blindados en esta crisis mundial!